Mortificación



Pasión de Cristo y mortificación

Mucho bien hace al alma meditar la Pasión de Cristo para redimensionar nuestra vida. Nos llevará a amar la Cruz, nos hará vivir mejor la Misa y evitará que convirtamos la imprescindible contrariedad en tragedia. “Dios escucha especialmente a las almas mortificadas y penitentes”, decía san Josemaría. Ejemplos de situaciones que, activa o pasivamente, podemos aprovechar.