Santidad



Hambre y sed de justicia

La cuarta bienaventuranza nos invita a aumentar nuestra hambre y sed de justicia, es decir, de Dios, de su gracia. Aumentar el deseo de santidad, aumentar nuestra ansia de amar. La medida de nuestro Cielo será la medida de nuestro deseo. Anular los otros apetitos, para que resurja el único que merece la pena, porque nos merece el Cielo.