Contrición



Contrición y obras penitenciales

El inicio de la predicación de Jesús enlaza con la del Bautista: conversión, penitencia porque está cerca el Reino de los Cielos. La contrición es un don, una gracia: los santos la tenían en grado heroico y los pecadores no la poseen. Podemos fomentarla con una actitud de aceptación de nuestro pecado y con las obras de purificación que podríamos realizar.