Cruz



Si no puedes con la cruz, pide ayuda.

Cuando unos griegos desean ver a Jesús, Él les responde que el fruto abundante –la salvación para los griegos, para todos los hombres- solo vendrá cuando sea glorificado. Y el Señor concluye la enseñanza para todos: el que muere a sí mismo se asegura la vida eterna. ¿Nos faltará la pieza en nuestra maquinaria para dar mucho fruto? ¿Cuál es esa pieza? El amor a la cruz. Si nos sentimos débiles y cobardes para afrontarla, pedir al Espíritu Santo la fortaleza.