Espíritu Santo



Con la fuerza del Espíritu Santo

Cuando nos sintamos desganados, incluso para las cosas de Dios, llamemos al Espíritu Santo. Vendrá a darnos ánimo, aliento. Es el armonizador, el organizador de nuestro mundo interior. No se hace notar, pero sin Él nada podríamos: es como la energía eléctrica que no la vemos pero notamos sus efectos. Es la totalidad del amor, mayor aun a la suma de amores que encontramos aquí abajo.