Fidelidad



Fidelidad

Muchos, casi todos los personajes que Jesús llamó a seguirlo, le fueron fieles. Otros, no. También en la historia de la Iglesia se han dado esos tristes casos: Tertuliano, Lutero y antes, Salomón. Esta virtud está hoy en día bastante minusvalorada. Busquemos serlo nosotros, con el cuidado de los detalles pequeños que son la custodia del verdadero amor.



Las posibilidades de la fidelidad

“¡Comprometidos! ¡Cómo me gusta esa palabra!” Enseñanza de san Josemaría, que nos hace ver cómo nuestra vida no es sino un compromiso de amor, porque Dios se nos adelanta, amándonos con un amor personal, directo, eterno, infinito y consolador.



Dios es rico en fidelidad

El Señor habla de construir la casa sobre roca. Entonces no habrá torrentes ni crecidas que den con ella hasta el suelo. Nuestra casa se apoya en Aquel que es fiel a sus promesas. Esta virtud no está en alza hoy en día: existe, por una parte, miedo al compromiso y, por otra, continuos rompimientos de fidelidades. La invitación es ser fieles a Quien nos es fiel.