Ángeles



Fieles a Dios, como san Miguel.

San Miguel Arcángel es el príncipe de la milicia celestial. Su fidelidad a Dios aparece en la etimología de su nombre: “¿Quién como Dios?” Vence al seductor, que pretende apartarnos de Dios con mil artimañas, actuando en nuestra imaginación, memoria y sensibilidad. Busquemos responder como el arcángel, con una fidelidad sin fisuras y una precedencia para las cosas de Dios.



Bajo el patrocinio de san Gabriel

San Gabriel trae a la tierra las buenas nuevas celestiales, particularmente la Encarnación del Verbo. Es un comunicador de alegría, como hemos de procurar serlo nosotros. Cumpliremos el oficio ‘profético’, del alma sacerdotal: estar al habla con Dios para hablar a los hombres de aquello que hemos recibido. Otra deuda con san Gabriel: habernos revelado que María es la llena de gracia.



24 de octubre

San Rafael y el sentido del viaje de la vida

Es bueno que nos sintamos alegres por la creación puramente espiritual: los ángeles. Un don más de Dios, que se suma a los muchos de la creación material. Pensemos en la misión de san Rafael, relatada en el libro de Tobías. Acompañar en el viaje que resuelve la vida. Toda vida es un viaje, e imploramos su patrocinio, sabiéndonos nosotros también acompañantes de los demás, especialmente los jóvenes, para que orienten con sentido su existencia.