Apostolado



Libera del Leviatán

San Pedro postrado a los pies de Jesús recibe el encargo de pescar hombres. Al revés de los peces, los hombres viven cuando se los libera del monstruo del mar, del Leviatán (Isaías 27, 1). Cualquier desgaste o sacrificio vale la pena con tal de salvar un alma. Y más ahora… que el demonio se está llevando a muchas. Sintonizar con el Corazón de Cristo, que tiene sed de almas.