Cuarta meditación
– Curso de retiro para sacerdotes – 
Pecado y poder de perdonar

Pedir a Dios la gracia de redimensionar la gravedad del pecado, en nosotros y en las personas que nos han sido confiadas. Habituarnos a situaciones de pecado crea un hábito que nos adormece. Piel fina: detectar ocasiones peligrosas, desagraviar y dedicarnos con espíritu de sacrificio a administrar el sacramento del perdón.