Tu historia eucarística

Al meditar la vida de Jesús debemos hacer un énfasis particular en su Triduo Pascual, pues ahí llega el clímax de su existencia terrena. Nos detenemos, primero, en su gran deseo de instituir el sacramento de la Eucaristía. ¿Comprendemos su ansia? Nos manifiesta la audacia de un amor que invita a romper con él todo límite.



El amor y la cruz

Lo que da valor redentor a la cruz de Cristo no es tanto el dolor cuanto el amor que ahí encontramos. Para vivir con Cristo necesitamos seguir sus huellas, camino del Calvario. Y extraer del dolor un amor mayor, tanto en la cruz pasiva como en la que nuestra generosidad nos invite a plantar.



Memorial de la muerte del Señor

El sacrificio de la Misa y el sacrificio de la Cruz son el mismo sacrificio. Enormidad del misterio: estoy en el Calvario, comparto el sufrimiento, me uno a la oblación, acompaño a María. Toda la Redención parte de ahí, y me inundan sus frutos. Es “nuestra Misa”, de Jesús y de cada uno de los que se hace víctima con Él.