La Obra es de Dios

San Josemaría aseguraba que la Obra no era suya: Dios había “irrumpido” en su existencia, sin pedirle permiso. El cardenal Ratzinger profundiza en el significado del nombre: no es una obra de los hombres, sino de Dios. Y lo relaciona con la biografía de san Josemaría. Sabernos nosotros también actuados, para secundar las intervenciones de Dios en nuestra vida.