Presentación en el Templo



2 de febrero

Cuarenta días de recogimiento

La Ley de Moisés preceptuaba el aislamiento de 40 días para la mujer que había dado a luz. ¡Qué dulce intimidad la de María con Jesús en ese período! Para que nosotros aprendamos a “estar” con Jesús recogiendo la totalidad de nuestro ser en esa única casa. Porque no hay nada más triste que vivir permanentemente fuera de la propia casa.




2 de febrero

Candelaria: luz contra tinieblas

En la fiesta de la Purificación de María y Presentación de Jesús en el Templo, encontramos juntos el dolor y el gozo. Realizar la síntesis de ambos supone la clave de la felicidad.



Pureza de corazón

En el misterio de la Purificación de María encontramos el amor que Dios tiene a las almas puras. Buscar la pureza que nos hará agradables a Dios, y que reviste una amplia gama de purificaciones: pureza de conciencia, de afectos, de mente, de intenciones.