Agosto



6 de agosto

Transfiguración, contemplación.

Un misterio de la vida de Jesús que se celebra “en solitario”, pero que, como todos, tiene un valor salvífico. Nos invita a la contemplación, como requisito para poder afrontar lo que sigue: la Pasión y Muerte. Si no alcanzamos el nivel contemplativo en la oración, tampoco viviremos alegremente las contrariedades, porque se nos habrá desdibujado el amor.