Adelanta el Cielo con la contemplación
El Cielo es nuestra esperanza. No nos alegramos por otra razón, sino porque nuestros nombres están escritos ahí. Descubrir la puertita por la que podemos entrar al Cielo desde ahora: la vida contemplativa. En ella, el centro de atención no soy yo, sino Jesús. Esa mirada a Él es renuncia a mí. Santa Teresa enseña a lograrlo en tres sencillos pasos.