Ubícate en la verdad
El desagrado del Señor ante la hipocresía farisaica proviene del inveterado deseo del hombre de apropiarse de la verdad: el árbol de la ciencia del bien y del mal en el paraíso. Por eso Jesús arremete contra esta religión deformada. Busquemos ubicarnos siempre en la verdad, y cooperar con ella.