Pureza de conciencia, de pensamientos y de obras
La catequesis ha de destacar las bienaventuranzas, pide el Catecismo de la Iglesia, porque ahí está resumido el camino de Cristo, que conduce a la dicha eterna que anhela el corazón del hombre. La sexta habla de la pureza del corazón, que incluye múltiples facetas: la pureza de conciencia, la de pensamientos, la de afectos… el corazón ha de estar completamente purificado para ser capaz de ver a Dios.