El infierno es el estado de la autoexclusión de la comunión con Dios y con los bienaventurados, la soledad absoluta. El amor a Dios que se proyecta en el amor al prójimo conjura el peligro. La caridad con los más próximos: obras de misericordia espirituales.
Cielo y Eucaristía
El Cielo es estar con Cristo por toda la eternidad: Él ha ido a prepararnos un lugar en la Casa del Padre, dejándonos una prenda: la Eucaristía, donde está sustancial, real y verdaderamente con nosotros.
El Verbo encarnado te une a Él
Con la encarnación, Dios se hace hombre para que el hombre pueda participar de la naturaleza de Dios. Regalo del Padre celestial: desde la Encarnación, Dios es un de nosotros, y hemos de encontrarlo vivo a nuestra vera.