Agosto



11 de agosto

El mayor amor: la Encarnación.

Santo Tomás asegura que, de todas las pruebas del amor de Dios por los hombres, la más grande es la Encarnación del Verbo. En Jesús encontramos la grandeza divina, con la que puede intervenir en nuestra mente iluminándola, y tratarlo como uno de nosotros, con confianza y connaturalidad. Si Jesús es nuestro todo, hagamos con frecuencia actos de amor, que nos unan más intensamente a Él y hagan crecer nuestros deseos de la unión definitiva. “Haz continuos actos de amor, aunque pienses que solo son de boca” (San Josemaría)



12 de agosto

Cumple sin chistar la voluntad de Dios

Lo que lleva a plenitud de vida de cualquier hombre es el cumplimiento de la voluntad de Dios. Para eso, es preciso oír, y para oír debemos abrir el corazón a la fe. A Dios le agrada nuestra obediencia interior, el deseo de aceptar plenamente su querer. San José es modelo en el cumplimiento de la voluntad de Dios sin rechistar, es decir, sin emitir ni una palabra, ni un sonido, de resistencia a ese querer.



13 de agosto

Dolor por las almas

Jesús se compadece de las multitudes porque estaban extenuadas y desorientadas como ovejas sin pastor. Compartamos ese sentimiento de Jesús y que ‘nos duelan las almas’, pues el demonio se está llevando a muchas. ¿Tengo dinero, tiempo, redes sociales, hobbies, vacaciones…? Que todo eso vaya enfocado a la salvación de las almas.