Adorar la Sagrada Eucaristía



Correspondencia eucarística

Ante la locura de amor de la Sagrada Eucaristía, una palabra clave es correspondencia. La pretensión de Jesús al entregársenos como alimento nos descubre su íntimo deseo: la unificación. ¿Correspondemos? Hambre y sed de comulgar, educando nuestros deseos, mortificando aquello que pueda ocupar el lugar del deseo esencial, el deseo de unión.



Eucaristía multivalente

¿Qué podría decir, hoy por hoy, de mi relación fervorosa hacia la Eucaristía? ¿De mi atracción, de mi sensibilidad, de mi ansia, de mi afán por difundir la verdad de Quien ahí está presente? Observar las diversas facetas eucarísticas, para vislumbrar lo que me pide Dios en cada una de ellas.



Dios oculto y escondido

La primera estrofa del Adoro te devote nos habla de un Dios oculto y escondido. Es su modo habitual de proceder. Y eso supone silencio, inmovilidad, actitud de espera, indefensión, dejarse comer. En definitiva, la revelación de una infinita humildad. Es la Eucaristía la donación de Jesús mismo que revela el inconmensurable Amor por cada hombre.