Vida interior



Ambiente de Cristo

“Yo soy el camino”: tenemos, por tanto, que ir paso a paso “por Jesús”. Sin perder el rumbo y sin detenernos. San Josemaría enseñó que el modo era “Pan y Palabra”, hostia y oración, es decir, a través de las prácticas tradicionales de piedad recomendadas por la Iglesia. Llenas los espacios entre una y otra a través de las normas de siempre.



Con comedia y sin comedia

Ser fortalecidos en el hombre interior, recomienda san Pablo. Ese fortalecimiento viene por el ejercicio de las virtudes teologales, practicadas en las normas de piedad. Han de ser encuentros con Jesucristo, aunque a veces la parte sensible no responda. Haremos entonces una comedia, sabiéndonos contemplados por el Espectador divino.



 

Piedad es finura

Configurar nuestra mente y nuestro corazón con la Palabra de Dios. En ella vemos al Señor molesto con un fariseo que no tuvo detalles de atención con Él cuando lo invitó a comer. ¿Procuramos nosotros los detalles de cariño con Jesús al tratarlo en las Normas de piedad?