Alma sacerdotal



Un tatuaje indeleble

La moda de los tatuajes puede tener connotaciones peligrosas. La Biblia dice que las marcas son propias de esclavos. Pero hacerse una señal, un sello indeleble, resulta del todo favorable si tratamos del carácter sacramental. Con ese sello participamos del Sacerdocio de Cristo. Recordemos la invitación de san Josemaría: tener “alma sacerdotal”, a estar informados, como si esa fuera nuestra esencia, de los sentimientos de Cristo sacerdote.



Desde el Corazón Sacerdotal de Cristo

¿Qué tiene Jesús en su Corazón? El deseo de la gloria del Padre y la salvación de los hombres. Es, por tanto, un Corazón Sacerdotal. San Josemaría tenía muy clara la conciencia de que todos los bautizados tenemos alma sacerdotal, es decir, que todo nuestro ser está impregnado por los sentimientos sacerdotales de Cristo, y tenemos su misma tarea mediadora.



Ser Cristo sacerdote

Somos ciudadanos de este mundo pero somos también ciudadanos del cielo. Y eso comporta la mediación. Participamos por el Bautismo del Sacerdocio del Sumo y Eterno Sacerdote, que es a la vez su propia Víctima. ¿Qué consecuencias se derivan de ese hecho?