2a  - Qué digo yo sobre Jesús

Tres años dedicó Jesús a formar a sus futuros sacerdotes. Un día los cuestionó sobre Él. Necesitaba que personalmente respondieran sobre esa relación. ¿Qué respondería yo? Para mí, como sacerdote, ¿quién es Él? Estamos llamados a que sea el No-Otro, es decir, el desposeimiento de mi yo para adquirir el Suyo.



3a  - Contrición del sacerdote

En los retiros, importa volver a las ideas fundamentales, a lo básico. Recordar nuestra verdad: somos pecadores, y Dios cuenta con ello. Lo sabía al elegirnos, y nos manifiesta su misericordia. Pero espera de nosotros la contrición, más que de otros, porque somos sus amigos. Y por eso le duele, también más que el de otros, el pecado del sacerdote.



4a  - La muerte del sacerdote

Preparar ese bello momento de la cita. La muerte del sacerdote puede sobrevenir por lo ubérrimo de sus frutos, como las ramas se doblan ante el peso. O por derramamiento de su sangre, muriendo un poco cada día. O como la muerte de María, cuando el alma ya no puede estar más tiempo lejos de su Amado.