Santas y Beatas



22 de julio

Magdalena: contrición, confesión…

Quiso el papa Francisco elevar al rango de fiesta la memoria litúrgica de santa María Magdalena. Nos invitaba a considerar la misericordia inagotable de Dios, experimentándola en nuestra condición de pecadores. “La mejor de las devociones –decía san Josemaría– son los actos de contrición”. Y, entre ellos, destaca la confesión es un acto de contrición privilegiado.



22 de julio

Magdalena, testigo del Resucitado.

Santa María Magdalena, celebración litúrgica con el rango de fiesta. Hoy aprendemos de ella su amor y fidelidad a Jesús, quien le paga con la primera de sus apariciones como Resucitado, dándole el encargo de avisar a los apóstoles, con lo que se convierte en apóstol de apóstoles. Nosotros, que encontramos al Resucitado en nuestra oración contemplativa, hemos de ser también testigos de Jesús resucitado.



29 de julio

Santa Marta: su crecimiento en la fe

Dos acontecimientos relevantes recogen los Evangelios sobre la santa que celebramos hoy: Betania y junto al sepulcro de Lázaro. Se advierte su crecimiento en la fe para acabar confesando patentemente la divinidad de Cristo. Toda nuestra vida se transforma con la confesión de esa divinidad.