Agosto



29 de agosto

Reconocerlo al partir el pan

Minuciosamente narra san Lucas el pasaje de Emaús. Meditaremos la última frase: “Y lo reconocieron al partir el pan”. Ni cuando les explicaba las Escrituras y sentían arder el corazón, ni cuando lo invitan a quedarse con ellos, lo re-conocieron. Pero ahora sí: pensemos nosotros si también lo re-conocemos en los momentos eucarísticos: la compañía del sagrario, las ansias de comulgar, el sacrificio de la Misa. Vivir cada detalle eucarístico con el corazón de María.



30 de agosto

Yo soy el Pan de vida

En el capítulo sexto de san Juan, Jesús prepara poco a poco a sus oyentes, antes de revelarles el gran misterio de la Eucaristía. No es el maná el pan del cielo que el Padre les da, sino es Él mismo. San Juan de la Cruz escribió “Aquesta eterna fonte está escondida / en este vivo Pan por darnos vida / aunque es de noche”. Sí, una fuente eterna que hay que buscar en la oscuridad de la fe.