Creo en Ti
Jesús exulta de gozo al comprobar que son los pequeños y los sencillos a quienes el Padre revela los misterios. Porque para creer se necesita un corazón descomplicado, no razonador, confiado, con el abandono de un niño que encuentra en su mamá la solución a todo. Ejercitarnos en la fe a base de vivir en los pronombres personales yo-Tú. De esa relación todo depende (Benedicto XVI).