Hazlo todo por amor
Como al joven rico, Jesús nos llama no sólo a desprendernos de todo, sino a “estar con Él”. Las vida espiritual no tiene como meta el cumplir los mandamientos (infancia), ni siquiera el ejercicio ascético (juventud), sino el amor (madurez). Todo lo que se hace por amor adquiere hermosura y se engrandece.
Todo por amor
No perder el piso: somos creaturas, es decir, seres que han recibido todo del Creador. Y lo hemos recibido porque el Creador es Amor. Corresponder con nuestra gratitud y nuestro amor a esa donación. ¿Cómo saber que le agradamos? Porque somos felices: entonces sabremos que se está cumpliendo en nosotros su plan.