Sagrado Corazón de Jesús



De mi corazón al de Jesús

San Juan Pablo II, luego del atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981, quiso consagrar la humanidad al Corazón Inmaculado de María. ¿Qué significa ‘consagrar’? Dirigir lo consagrado a lo divino. Nos consagraron cuando nos bautizaron y nos consagró el Papa, y san Josemaría en cuatro ocasiones. Una de ellas, al Sagrado Corazón de Jesús, para que el nuestro le pertenezca.



Eucaristía y Corazón de Jesús

La Humanidad Santísima de Jesús es el camino para ir al Padre. Y resulta digno de admiración que las dos principales solemnidades referentes a la Humanidad Santísima las solicitó el mismo Jesús: la del Corpus Christi en el siglo XIII y la del Sagrado Corazón en el siglo XVII. Y se celebran, además, con ocho días de intervalo. Como si Jesús nos quisiera hacer ver que en la Eucaristía está su Corazón, y que estamos invitados a meternos en su Yo profundo en cada comunión, en cada adoración, en cada sagrario.



El Corazón de Jesús es nuestra morada

“Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el Sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación, es considerado como el principal indicador y símbolo del amor con que el divino Redentor ama continuamente a su Padre y a todos los hombres” (CEC 478). El don de sabiduría nos otorga el gozo de sabernos amados. No temamos gozar de ese amor, comprendiendo que lo único que desea es nuestra correspondencia.