Comunicar con el Corazón de Cristo
San Pablo nos pregunta cuestiones esenciales: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? Y da ejemplos: ¿las penas? ¿la angustia? ¿el hambre?... nosotros podemos añadir: ¿el exceso de trabajo? ¿las dificultades interpersonales? ¿mis miserias? ¿la curiosidad? Nada podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús. Y de ese modo seremos colmados de toda la plenitud de Dios. Para eso, estamos invitados a vivir en el interior del Corazón de Jesús. “Bendito sea su Sacratísimo Corazón”.
Trasplante de corazones
Si es posible hacer, en lo humano, trasplantes de corazones, busquemos hacerlo también en el divino. “Dame, hijo mío, tu corazón y pon tus ojos en mis caminos”. San Pablo invita a tener en nuestro corazón los mismos sentimientos del Corazón de Jesús. En la historia de la Iglesia han ocurrido fenómenos místicos en los que Jesús cambia su Corazón por las de santas. Santa Lutdegarda, santa Matilde, santa Catalina de Siena…