Trinidad y amor
Dios no es una mónada encerrada en sí misma, satisfecha de su propia perfección. ¿Entenderíamos a Dios como Amor si no conociéramos la revelación trinitaria? Quizá lo concebiríamos como Sabiduría infinita, como Omnipotencia, pero… ¿como Amor infinito? Los demás misterios de amor derivan de éste: vamos a descubrir al Padre-Amor, al Hijo-Amor, el Espíritu Santo-Amor.