Junio



Junio 2

Comienza el mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús

Lo absolutamente específico de nuestra fe católica es la Persona de Jesucristo. Da a la revelación de Dios un realismo inaudito. Y, apuntando al centro de la Persona, tenemos el Corazón de Jesús. Estamos invitados a vivir este mes en la intimidad del Sagrado Corazón, descubriendo ahí la mina de incontables tesoros.



Junio 3

Fuego de Amor

En Pentecostés, el Espíritu Santo se comunica en forma de lenguas de fuego. Imagen muy expresiva, pues el fuego es resplandeciente y, por eso, el primer fruto del Espíritu de Dios es precisamente, un fuego de Amor. “Hazlo todo por Amor”, porque entonces serás movido por el Espíritu Santo. No como emoción pasajera, sino como fuego de permanencia, quemando lo más profundo de nuestro ser. Los antiguos pensaban que el fuego era una cosa divina y, si lo entendemos como el Espíritu Santo, es, efectivamente, divino.



Junio 4

Valora la gracia

Al ver a María, la llena de gracia, se eleva nuestra autoestima. Quizá, si no tuviéramos la Revelación, diríamos con los literatos pesimistas que más nos valdría no haber nacido. En esencia, nosotros tenemos lo mismo que María: la participación en la vida de Dios. ¿La valoro? O estoy acostumbrado a ella que incluso la pongo en peligro. Hay otra vida que me vive, que me sostiene.