Septiembre



Septiembre 23

Todos somos Zaqueo

Los personajes del Evangelio son figuras históricas, pero podemos entenderlas también como situaciones del alma. De Zaqueo aprendemos el deseo de ver a Jesús, superando los obstáculos. Hemos de subirnos al árbol de la fe, cambiarnos de mundo para entrar en el que está más allá de lo visible y lo inteligible. Y luego bajar a la parte más honda de nuestra alma, intentando el encuentro y la unión.



Septiembre 24

Como Nicodemo, nacer de nuevo.

Con Nicodemo, Jesús mantiene una conversación que va a la revelación profunda del proyecto de Dios sobre el hombre: nacer de nuevo, nacer del agua y del Espíritu para entrar en el Reino de los cielos. Proyecto que está más allá de nuestra capacidad de comprensión, porque nos revela que somos partícipes de la naturaleza divina.



Septiembre 25

Reconocerlo ante los hombres

Jesús nos prometió que, si lo reconociéramos a Él delante de los hombres, Él nos reconocería delante del Padre celestial. Ilusionante destino: Jesús es muy buen pagador y nos recompensa a precio de eternidad. Reconocerlo supone haberlo antes conocido, porque así podemos presentarlo en su verdad delante de los hombres.