Amor a Jesús



Ama al Resucitado 

La Resurrección de Cristo hace de nuestra religión una religión festiva. No solo porque nos habla del Señor vivo y presente con nosotros, sino porque nos descubre nuestro futuro. Vivimos ya como resucitados con el Resucitado, amándolo en su Santísima Humanidad, sin fisuras, con totalidad de amor, que incluye el eros y el ágape.



Tú reinarás

Es muy bueno desear el segundo y definitivo advenimiento de nuestro Señor Jesucristo, porque entonces se establecerá su Reino. Ante la vista de la próxima Solemnidad de Cristo Rey, podemos reafirmar nuestro deseo de que lo establezca en nuestros corazones. Es el Reino del amor, y el amor es la razón suprema de todas las cosas.



Miren a mi siervo

Es el mismo Padre celestial quien nos invita: Miren a mi siervo, a quien sostengo; al elegido, en quien tengo mis complacencias. Aunque no tengamos otra idea, la única dirección de nuestra vida es Jesús. Buscarlo con ansia, con abnegación, sin descuidar nada, especialmente en lo que se refiere a las prácticas de vida interior.