Quién es



Siembra y mantén la esperanza

En el capítulo 9, san Mateo nos refiere muchos milagros de Jesús. Él, dice, curaba “toda dolencia y toda enfermedad”. Es el Médico divino, que puede curar los males más profundos, los de nuestro propio corazón. Si lo cura, “todo estará iluminado”. Cambiando nuestro corazón, cambiamos nuestro entorno: seremos positivos y daremos a cada persona y a cada situación su valor de eternidad.



Jesús es luz

De sí mismo afirmó Jesús ser luz. Lo había profetizado Isaías, y lo aseguró Zacarías y también el anciano Simeón. San Juan Pablo incluyó los misterios de luz, entre ellos el de la Transfiguración. Pero todos los hechos, los dichos y la Persona misma de Jesús me liberan de las tinieblas y de las sombras de la muerte. ¿Ilumina Él mi vida en toda circunstancia?



Dueño del sábado

El martes de la II semana del tiempo ordinario recoge el pasaje de Marcos 2, 23-28. Los fariseos cuestionan a Jesús: tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado. La frase “El Hijo del hombre es también dueño del sábado” revela la divinidad de Cristo. Es el Dueño, el destinatario, de todo culto, y de todo tiempo, y debe serlo en todo nuestro ámbito interior.