Contrición



Espíritu de penitencia

“Hagan penitencia, porque está cerca el reino de Dios”. Así comenzó Jesús a predicar, indicando ese requisito para sus oyentes. La invitación incluye tanto la contrición como las obras de penitencia. ¿Me duelen mis pecados por la ofensa que suponen al Señor? ¿Aprovecho las invitaciones del Espíritu Santo a asumir la cruz en mi vida?



Contrición y obras penitenciales

El inicio de la predicación de Jesús enlaza con la del Bautista: conversión, penitencia porque está cerca el Reino de los Cielos. La contrición es un don, una gracia: los santos la tenían en grado heroico y los pecadores no la poseen. Podemos fomentarla con una actitud de aceptación de nuestro pecado y con las obras de purificación que podríamos realizar.