Contrición




24 de junio

El gran bien de la contrición  

En la solemnidad de san Juan Bautista recordamos su invitación al arrepentimiento de los pecados. Es condición para recibir al Salvador. Tenemos pecado, hemos ofendido a nuestro Creador, y necesitamos su perdón. El mundo moderno no reconoce la ofensa a Dios, y por eso carga con su pecado. Actualicemos el dolor de corazón al confesarnos.



24 de junio

Juan Bautista: arrepentirse de los pecados.

Seis meses antes del nacimiento de Jesús la Iglesia celebra la Solemnidad del Precursor. Un santo verdaderamente ejemplar, en tantos sentidos: su intención recta, su valentía para enfrentar a Herodes, su vida austera… Ahora nos fijamos en su mensaje: “Arrepiéntanse, porque está cerca el Reino de los Cielos”. Para recibir al Mesías debemos reconocer nuestro pecado y purificarnos.



Pecado y contrición

Parecería que el proyecto de Dios, de un mucho de felicidad, no le salió bien. El hombre, al desobedecer, dio al traste con el Paraíso, la inmortalidad, etc. Desde entonces, veo pecado por todas partes, dentro de mí y a mi alrededor. Pero la grandeza de Dios se manifiesta en que nos saca del agujero y nos reconcilia. Más que “Disneylandia”, el contraste hace resaltar la hondura del Amor divino.