Santísima Trinidad



Gloria a la Trinidad

Adorar la majestad de la Trinidad a través del rezo del trisagio angélico. Sólo a Dios es la alabanza, la honra y la acción de gracias. Nos acompañan los ángeles, que honran también a ese Dios de quien están llenos los cielos y la tierra. Gran privilegio de los cristianos, el conocimiento del más grande misterio. Agradecimiento que se traduzca en adoración.



Trinidad: origen y fin

¿Por qué no aparece en la vida cristiana más de relieve la Santísima Trinidad? Porque todo es manifestación de ella. El dogma nos revela un Ser vital que se dona, y que es el origen y el fin de cuanto existe. El misterio nos incide profundamente, revelándonos un Amor-Padre, un Amor-Hijo, un Amor-Espíritu Santo que enriquece hasta el infinito nuestro ser.



La Trinidad en mí

Un destino sobrehumano nos espera: vivir eternamente en el Seno de la Trinidad. Pero desde ahora estamos llamados a ser habitados por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que en nosotros se aman. Y los glorificamos no solo cuando los alabamos, sino sobre todo con nuestro amor. Descubrir al Dios escondido, yendo hasta lo escondido donde él está.