Octubre



29 de octubre

Nuestra actividad es estar con Él

Mc 3, 15: “Constituyó a doce para que estuvieran con Él”. El nuevo pueblo de Dios ha roto las razones de la sangre. Ahora se forma parte de él solo a través de la comunión con Jesús. Estar con Él es meterme en su Corazón humano, lleno de misericordia. Es adorar al Padre y cumplir su Voluntad. Es darle muchas alegrías, la primera que seamos felices. ¿Una buena práctica? Meditar las letanías del Sagrado Corazón de Jesús.



30 de octubre

La fe ilumina todo

Jesús reprende duramente a escribas y fariseos cuando le piden una señal prodigiosa: “Esta gente malvada e infiel está reclamando una señal” (Mt 12, 38). Encuentra corazones cerrados a los que no basta su palabra. Atendamos nosotros a ella, pues la fe viene del oír, y con ella todo cambia. Un acto de fe verdadero y sincero nos pone en contacto con Dios, independientemente de nuestra sensibilidad del momento.



31 de octubre

Ubicados en el Sagrado Corazón

“Seguir a Cristo, hijos míos, es nuestra vocación”. No se trata de vivir un ideal en soledad sino de una diaria aventura de amor. Invitados, por tanto, a ubicarnos en el centro del Señor, que es su Corazón. Dejar que nos atraiga, para que cada día sea mayor nuestro amor, ya que no tenemos otro Nombre por el cual ser salvados. Un Corazón que se esconde en el Pan, en el que se encuentra el Bien Supremo e Infinito.