Dominical



La Misa fundamenta la existencia cristiana

Tenemos la impresión de que el primer día de la semana es el lunes, y no es así: el primero es el Domingo, porque ese día resucitó Cristo y todo comienza: la vida nueva de la reconciliación con Dios y la filiación divina. Por eso damos culto al Señor asistiendo a la Santa Misa, que fundamenta la existencia cristiana. Estar presentes en el momento en que se lleva a cabo nuestra redención y participar de la alegría de la Resurrección.



Día especial

¿Es hoy un día común y corriente? Aunque se trate de un domingo del tiempo ordinario, los domingos son siempre días especiales, que atienden al núcleo íntimo de nuestra salvación. Han de ser verdaderos días del Señor, en los que dediquemos nuestra mejor atención a Aquel que, un domingo resucitó, provocando en los suyos asombro, fuego en el corazón y arrebato.



La Misa nos rebasa

El dies Domini tiene algo especial: en él todo comienza, y en él nos centramos en el Señor, porque es su día. “La Eucaristía dominical fundamenta y ratifica toda práctica cristiana”, dice el Catecismo. Pidamos con fe poderla vivir mejor, pues es un misterio que nos rebasa. Atender a su sentido de sacrificio, evitando el error de Lutero de negar el carácter sacrificial.