Cómo es



Como María meditar la Palabra de Dios

Un hermoso título para María: alba sicut nix, blanca como la nieve. Ella es Inmaculada, icono de la Iglesia, de lo que todos deberíamos ser. Pensemos en una de sus actitudes fundamentales: la escucha de la Palabra de Dios. Preguntarnos qué suponen para nosotros las palabras con que Dios ha querido iluminar nuestra vida. Son palabras que han de configurarnos.



Entender el plan de Dios en María

De las heridas que produjo el pecado original en nuestra naturaleza la más nociva es, según santo Tomás, la de la ignorancia. Nuestra capacidad de comprender y profundizar en las verdades divinas ha quedado muy menguada. Pero Dios, sabedor de este escollo, ha querido “ponernos un ejemplo” para que comprendamos su plan: es María. Tengámosla siempre como punto de referencia, como clave interpretativa de nuestra existencia..



Gracias a Dios por darnos a María

Ante la curación de diez leprosos, Jesús manifiesta su penar porque solo uno volvió a darle las gracias. Que no ocurra eso con nosotros. Procuremos no tanto darle gracias por los pequeños dones cotidianos (que es muy bueno hacerlo), sino también por los inmensos dones sobrenaturales. Entre ellos, el de habernos dado a su Madre, la más hermosa, la más santa y la más buena y cariñosa de todas las mujeres para que nos lleve siempre en su regazo.