Puerta del Cielo
María es Puerta del Cielo porque con su Inmaculada Concepción abre el acceso al Paraíso a los hombres que estaban desterrados de él. Es Puerta del Cielo porque garantiza la salvación, impidiendo las desviaciones y dirigiéndonos con seguridad a la eternidad. Y es Puerta del Cielo porque, como amable anfitriona, nos espera en la puerta cuando lleguemos ahí.
Virgen fiel
Durante la Novena a la Inmaculada, volvemos los ojos a la Virgen fiel, modelo de la más acabada fidelidad a Dios… y también a nosotros. Es fiel porque “medita todas estas cosas en su Corazón”, pues está movida por el amor. Nos enseña a saber responderle a Dios como Él espera, en lo fácil y lo difícil. Cuando la fidelidad está motivada por el amor, evitamos la fidelidad “en conserva”..