Asunción



14 de agosto

María y el amor en su Asunción

En la víspera de la Asunción, la Iglesia recuerda la bella escena de la Dormición de María. Los Apóstoles habrán estado perplejos ante ese misterio, y con la pena de pensar que la habían perdido. Pero había llegado el momento: no era posible al Amor de su corazón estar lejos de su Amado, y esa fuerza inmensa la lleva con Dios para siempre.



14 de agosto

Prepara la Asunción

Las fiestas litúrgicas se preparan, sí, en lo material, pero sobre todo han de prepararse en el alma. Elevar los ojos al Cielo, no solo por María sino también por nosotros, porque ahí a donde llegó Ella, estamos invitados a estar también. Consagrarnos a María, y así todo lo nuestro agradará a Dios.



Preparar la Solemnidad de la Asunción

Ejercitarnos espiritualmente para la Solemnidad de la Asunción de María. El tránsito de María a los cielos se debió al crecimiento ininterrumpido de su amor por Jesús. De nada sirven los anhelos humanos si en nuestro pecho no arde la llama de amor viva, anticipo del amor interminable.