Comenzar el Cielo con la contemplación
Pensar en los novísimos no es útil solo para evitar el infierno, sino también para ilusionarnos con el Cielo. Aunque sea un misterio, tenemos en el amor un indicio de lo que será esa inefable dicha. Adelantemos el Cielo con el descanso contemplativo, con la mirada permanentemente puesta en Jesús, que es Quien nos espera en el Cielo.