Conversión



Invitación permanente a la conversión

Jesús anuncia el Reino de los Cielos e invita a la conversión. Nadie está confirmado en gracia; todos estamos cayendo y levantándonos. Una tarea permanente a lo largo de toda la vida. Estoy como un niño que balbucea, decía san Josemaría al cumplir 50 años de sacerdote. Nosotros estamos también siempre recomenzando.



Conversión al amor de enamorado

Ya avanzado el tiempo de Cuaresma, preguntémonos por nuestro “espíritu de la Cuaresma”, que consiste en la conversión. Hay muchos niveles: desde quien se convierte al catolicismo hasta el que busca su conversión desde un amor pazguato a uno encendido. La carta del Prelado del 14 de febrero de 2017 especifica con toda claridad la prioridad: “Cuidar con delicadeza de enamorado nuestra unión con Dios, partiendo de la contemplación de Jesucristo”.