20 de diciembre
Arriesgarse con Jesús
¡Oh llave de David y cetro de la casa de Israel! El Esperado tiene la llave que abre y cierra, que rescata de las mazmorras de las tinieblas y la muerte. Con la Antífona de hoy le pedimos que nos libere del letargo de una vida de oración rutinaria y gris, sin encuentros con Jesús. Arriesgarnos al mundo nuevo, despreciando los obstáculos.