Adviento



Jesús que nace es nuestra paz

A dos días de la Navidad, recordamos que los ángeles anuncian: “Gloria a Dios en el Cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”. El que nace glorifica a Dios y trae la paz. ¿La tengo en mi corazón? Es un don que Él otorga a quien cumple la Voluntad de Dios y que en todo busca contentarlo.



En Belén Dios es visible

Muchas derivaciones hallamos al contemplar el misterio de la Navidad, pero hay una fundamental: Dios es el Emmanuel, el Dios que se nos hace cercano. Este dogma de fe nos invita a un trato que evite la distancia y la formalidad: estamos invitados a una unión con Jesús que se convierta en alma de nuestra alma y vida de nuestra vida.



Confiar en la salvación de Dios

El primer domingo de Adviento nos recuerda que todo lo sobrenatural, comenzando por los deseos de encontrar a Jesús la próxima Navidad, son iniciativa divina. Ir siempre a Dios, como el cántaro que va a la fuente para ser llenado, y así estaremos en camino de salvación.