Enero



20 de enero

El hombre es un ser llamado

En la historia de la salvación vemos a los protagonistas recibir -sin que lo sospecharan- la llamada y la misión que Dios les confía. Radicalmente el hombre es un ser llamado, no el que define el cuándo y el cómo de su existencia. Porque el proyecto es divino, y a nosotros se nos pide ser dóciles a las señales. Vendrán dadas a través de la Providencia del Padre, de las palabras del Hijo y de las inspiraciones del Espíritu Santo.



21 de enero

Abbá, Padre.

Esa breve palabra aramea la recoge san Marcos en la oración de Jesús en el huerto. San Pablo la recogerá también en dos ocasiones, diciendo que, por tener el espíritu del Hijo, hemos de llamar Abbá a Dios. Nos habla de una cercana intimidad y de un confiado abandono. Repasemos si es así nuestro trato con el Padre celestial.



22 de enero

No olvides la Cruz

San Pablo asegura que, en medio de sus tribulaciones, sobreabunda de gozo. ¿Cómo puede ser eso posible? Por la revelación de la salvación a través de la Cruz. Y debemos recordarlo con frecuencia porque tendemos a minimizar la cruz que Dios nos pone en nuestras espaldas. La Iglesia crece a través del sufrimiento amado, que es identificación con el Crucificado.