Enero



17 de enero

Jesús es tu alma gemela

La invitación a ser sus amigos procede de Jesús, no de nosotros. Y Él, siendo como es Dios, se adapta perfectamente a nuestro modo. A veces encontramos en la vida alguien con el que hacemos química inmediatamente: cuánto más podrá Jesús ser nuestra alma gemela sin nos animamos a entablar con Él un trato de confiada familiaridad.



18 de enero

La lectura espiritual alimenta el alma

Alimentar bien nuestra vida interior supone cuidar la lectura espiritual. En primer lugar, la lectura meditada, oracional, del Nuevo Testamento. Si logramos formar “el depósito de gasolina” con palabras de Jesús en nuestra mente, acudirán a nosotros sus enseñanzas cuando las necesitemos. Los libros de lectura espiritual han de ser adecuados a nuestra situación interior presente.



19 de enero

Dios reserva para Sí tu corazón

El libro de los Proverbios recoge el oráculo donde Dios dice: “Dame hijo mío, tu corazón, y pon tus ojos en mis caminos”. Y añade: “Sobre todas las cosas, cuida tu corazón”. El centro de nuestra vida afectiva ha de ser para Dios, y solo para Él. De tener otros amores, han de ser amores “in Deo”, es decir, amores que me incrementen el amor de Dios. La pureza de corazón es requisito para la vida contemplativa.