Julio



Julio 11

Amor de Cristo, amor a Cristo.

Invitaba san Benito a no anteponer nada al amor de Cristo. En primer lugar, porque ninguna consideración es más importante que la verdad del amor de Cristo por mí. Después, porque debo orientar toda mi vida a cuidar y acrecentar el amor que a Cristo le tengo. Ese amor se logra con el trato, y mucho ayuda también hacer continuos actos de amor, aunque parezca que solo son de boca.



Julio 12

Conocerlo para amarlo

“No intento comprender la profundidad de tu misterio, solo quiero conocerte mejor”, escribió san Agustín en sus Confesiones. Queremos conocer a Jesús, por quien todo fue hecho y que es el Amado del Padre. Ese conocimiento es la ciencia más alta, y podemos procurarlo en la Escritura, en la razón teológica, en el arte pero sobre todo en la oración, a través de la identidad de corazones.



Julio 13

Ver al Hijo de Dios

“La voluntad de mi Padre consiste en que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna” (Juan 6, 40). Podemos ver al Hijo con los ojos de la fe en la oración cósmica, en la que lo descubrimos como causa ejemplar, “por quien todo fue hecho”. Y también en su realidad encarnada, sabiendo que, al ser hombre, “se puede tratar y hablar con Vos como quisiéramos” (Santa Teresa).