Contemplación



Reconocer a Jesús

A los de Emaús, Jesús “les abrió los ojos y lo reconocieron”. Advirtieron además que su corazón ardía de felicidad en su compañía. Eso será el cielo: reconocer a Aquel que nos ha acompañado en nuestro camino. Hagamos oración contemplativa (tres pasos de santa Teresa) y tendremos adelantos de Cielo.



Cielo y contemplación

La revelación del Cielo es un misterio que trasciende nuestra capacidad de comprensión, e incluso de imaginación. Nos ayudamos con las imágenes, y adelantamos la contemplación eterna con la contemplación de Jesús. Enseñanzas de santa Teresa sobre la oración contemplativa.



Ver y oír a Jesús

Se pueden tener ojos y no ver, tener oídos y no oír. Pero nosotros somos dichosos porque podemos hacerlo. A eso vamos a la oración: a verlo a Él, a oírlo a Él. Podemos no orar comunitariamente, y eso no será definitivo. Pero no podemos relegar lo insustituible, lo más propio de cada uno: el ser yo ante Él; que Él sea Él ante mí.