Amor a Dios



Tengo sed

En la Cruz, Cristo manifiesta sed. Ya la había manifestado ante la samaritana: “Dame de beber”. El Catecismo enseña: “Jesús tiene sed. Su petición llega desde las profundidades de Dios que nos desea”. Dios pide saciar su Amor, y podemos hacerlo en la labor de apostolado. Comenzando por nuestra alma y luego todas, pues todas son suyas.



Qué me motiva a actuar

Deseamos con nuestras obras agradar a Jesús. Y es Él mismo quien nos dice qué le agrada: actuar sin buscar el aplauso de los hombres, sin que nos recompensen en la tierra. Tan solo cara al Padre celestial, que ve en lo secreto. La Madre del Amor hermoso nos revela un corazón del que todo sale puro, pues busca tan solo amar al Amado.



Entorno de amor

Dios ama como amor que es. La esencia de Dios es el amor, y nosotros, imagen y semejanza suya, solo nos desplegamos y crecemos en un entorno de amor. Para eso recibimos el Amor sustancial, y con Él podemos amar al prójimo, descubriendo en cada uno al mismo Cristo.